Parece que las cosas no pasan porque si, y despues de la visita la pasada semana Al Son del Indiano, esta semana y para celebrar mi 4º aniversario de boda, me decidí a llevar a mi esposa al Corral del Indiano, que conste que me llevo tiempo decidir el sitio, tenía varias opciones a las que tenía ganas de ir, al final me decante por este, creo que hice muy bien.
Había reservado mesa en la terraza acristalada para las 10 de la noche, puntuales como ingleses, nos recibe Yolanda y Jose Antonio, los dos con una sonrisa y despues de acomodarnos en la mesa y presentarnos la carta, nos decantamos por el menú degustación.
De aperitivo, fuera del menú nos sirvieron una crema de albahaca, con un sabor que nos hizo presagiar lo que sería toda la cena.
El menú consta de siete platos salados y tres dulces, te lo acompañan con dos tipos de pan (a cada cual mejor), una botellita de aceite y tres tipos de sal (blanca, roja y negra de Hawai).
Para acompañar al menú. me acorde de un post del Diletante donde lo acompañaba de un Riesling, pues desde que probe esta uva, soy un fan total, o sea que Riesling que te crió, en este caso un Kerpen Aussloeser 06, creo que se escribe así. Un vino total, maridaba perfectamente con todos los platos, cuando digo con todos es con todos... Nos ofrecieron la posibilidad de pedir una copa de otro tipo para los platos más contundentes, pero no hizo falta, cumplió con creces las expectativas...
De primero, comimos un Tembloroso de foie-gras con manzana ácida, un plato servido en un vaso de pinta de los de toda la vida, donde el foie, mostraba su sabor sin llegar a empalagar, probablemente esa textura "temblorosa" ayuda a ello, la manzana ácida venía cortada en juliana, la mezla de sabores y de temperaturas, el foie tibio y la manzana fría, lo hacía muy fácil de tomar.
Seguidamente, Ensalada de ostra, jugo de rúcula, pepino y cítricos, en este caso tres trocitos de ostra, sobre el jugo de rúcula que le daba un fondo verde a este plato, la potencia de la ostra quedaba en evidencia al juntarla al pepino.
Después, Sopa cremosa de navajas, regáliz y pistacho, venía la navaja presentada con una crema alrededor, donde los pistachos si eran evidentes al gusto, pero el regáliz yo no lo note por ningún lado. La navaja plena de sabor.
Luego, Vaca y toro, (recordando un vitello tonnato), aquí la primera gran sorpresa, dos dados de atun rojo, majestuoso, acompañando a dos dados de ternera, sobre un fondo de crema de alcaparras, un plato 10, yo aun no sé si el atún y la ternera estaba cruda o ligeramente pasada por la plancha, pero me es igual, espectacular.
Ponganse de pie, Tubérculos, tallos, vieira y trufa de verano...Dos clases de patatas, (no sabía que existía la patata violeta..), tallos de vegetal en tempura, un medallón de vieira y lascas de trufa por encima presentada en un plato de pizarra. Felicite al seños Campoviejo ante este despliege de sabores.
Continuamos con Tocino Joselito, gel tibio de atun ahumado y huevas de trucha, aui mi esposa empezo a flaquear, pero es que la contundencia de este plato era igual excesiva, aunque las huevas explotaban en la boca y el gel de atun ahumado potenciaba aún más el sabor del conjunto.
Ibamos acercandonos al final, sólo quedaban tres salados, pero vaya tres: Fabada (sabores de antaño, texturas de hoy), que decir, otro vaso de pinta, en este caso todo el fondo de morcilla la crema del compango y les fabes por encima y dos de ellas presidiendo el vaso al lado de una hojita de lechuga a modo de peineta. Para definirlo lean el título del plato y creanselo...
El pescado del día era un tronco de bonito con jugo intenso de su mármita, el bonito venía muy hecho por fuera pero crudo en su interior, sin embargo extremadamente suave al gusto, un plato donde el punto de la cocción lo era todo.
Por último y no menos importante Borona Preñada 2008, ¿Sr. Campoviejo, como es capaz de lograr ese punto de esponjosidad a la masa de la Boroña?, yo aún no llegue a la contestación, un plato perfecto para acabar semejante homenaje.
En lo dulce, Las tres manzanas:Roja, verde y asada(cruda, licuada y helada), un fondo de manzana roja, con un helado de la asada encima y coronado con una jarrita de manzana verde que al echartela por encima emulsionaba las otras dos, un postre muy fresco.
Pequeños vegetales aderezados con helado de vinagre de limón, si en todas las comidas hay que poner un pero, este sería su lunar, igual no entendimos el significado de este plato, esperabamos algo más contundente después del anterior postre, pero bueno, estaba muy fresco también.
Para los cafes (de illy), acompañaban unos bombones de té y cuajo de queso de los Beyos, membrillo y frutos secos. Era lo que se llama un queso con dulce, pero con el bombón arriba y el futo seco picado.
Después de esto, si hubiese habido cama, allí nos hubiesemos quedado..., pero no, vuelta a casa, recordando eso si, esa mezcla de sabores y de emociones.
Los precios ya estan con iva, que era una crítica que había leido en algun lado y fueron los menús a 69,90€, el vino a 26,75€,agua grande a 3,30€ y 2 cubiertos 4,20€. Total casí 175€, pero por esta comida y por mi esposa todo vale la pena.
P.D. Primero la esposa y luego la comida, que si no...
Un saludo.