PALACIO DE LIBARDON

Buenas tardes, acabo de volver del Palacio de Libardón, recomendado por unos amigos, me dispuse a llamar ayer y fiasco todo completo, hoy sin embargo no había casi nadie( misterios de esta Asturias gastronómica...), bueno al tema, despues de nueve kilómetros de curvas, no hay que olvidar que era un tramo del rally Principe de Asturias, llegamos a Libardón, allí hay que recurrir a la intuición y a las fotos que ví en la página web para poder llegar porque en el pueblo no hay ninguna indicación, pero bueno una vez dentro lo primero que te encuentras es una pequeña cafeteria que en los días de otoño tiene que ser una pasada, acogedora y cálida, una vez dentro del comedor, no vayamos a pensar que hay carta al uso, el menú es cantado, hay gente que esto no le gusta, a mí me parece que es una cercanía a la casa sobre todo en un sitio como este con un menú cerrado de antemano.
De primero nos dieron a elegir entre una sopa de pixin a la sidra, una fabada asturiana, o unas verdinas con bogavante y almejas.
De estos tres platos probamos la sopa y las verdinas,espectaculares...
De segundo, había tortos con picadillo y pitu de caleya o revuelto de gulas y gambas, elegimos los tortos, muy ligeros con una capa de queso por encima y sin apenas aceite.
De tercero, entre toda la variedad que había: Chuletillas de lechazo, solomillo de ternera , carpaccio de buey, lechazo al horno o parrillada de pescado esta última para compartir entre dos.
Yo me comí las chuletillas y mi esposa el solomillo de ternera, los dos venían acompañados de unas patatas estilo de bolsa caseras y con un aliño de ajo y aceite por encima, mi mujer se comió las suyas y me robó las mías.
De postre, tarta de avellana, tarta de queso con arándanos o arroz con leche, probamos las dos clases de tartas, caseras y muy buenas ambas.
Un café y una infusión, un rioja joven, una botella de agua y la opción de tomar un chupito,( desechada por la carretera...), todo ello por la friolera de..................50 €.
En definitiva un sitio muy recomendable por todo, desde sus exteriores, servicio, vajillas y mantelería.
Un saludo.