LA TABLA

Jueves por la noche, me dispongo a salir a cenar, mi cuñada se ha "estirado" y nos lleva a este (para mí clásico de Fano).
Vamos dos parejas y de entrada me sorprende la poca gente que hay, en mis anteriores visitas, siempre lo había encontrado hasta los topes, también es verdad que era la primera vez que iba por semana, pero bueno despues de tomar algo en la barra, nos acompañan a la mesa, la cual la teníamos preparada en el velador.
En la barra nos atendio David, Victor no estaba, como siempre el trato perfecto. Al meollo!!!!!!!
De entrada nos sirvieron un aperitivo basado en una gazpacho muy ligero acompañado de melón y unas virutas de jamón, muy fresco y correcto.
De entrantes, nos decidimos para compartir de los míticos caramelos de morcilla en jarabe de vino tinto, una ensalada de ventresca con queso de cabra y kikos y el canelón ibérico de cigala ahumado de pría y sofrito. Todas las entradas emplatadas individualmente, muy bien presentadas, abundantes y sabrosas.
De segundo, comimos el arroz con cigalitas y ajos tiernos bajo velo jugoso de Joselito, era un arroz cremoso perfecto de coccion donde el sabor del ibérico ligaba perfectamente con el de las cigalas.
Carrilleras de cerdo ibérico con migas y yema, la carne se deshacía en la boca (lo cual es de agradecer porque hay carrilleras...) iba acompañada de sus propios jugos y por ponerles un pero, las migas estaban un pelín secas, al mezclarlas con el huevo, (venía presentado como un volcan), el huevo se cuajaba al instante.
Chopa con salsa de llampares a la sidra, donde la chopa estaba perfecta de punto servida con abundante salsa algo espesa, pero con un sabor muy suave. Eran dos lomos de chopa.
Bonito con yogur de mostaza y pisto, era un tronco de bonito perfecto de punto, con el simple acompañamiento de la mostaza y el tomate. Producto puro y duro.
De postre pedimos un sorbete de sabores( eran mandarina, frambuesa y melón) buenísimo y muy refrescante, un tiramisú de ahumado de pría y sorbete de mora, también muy lograda la mezcla de la mora con el queso y papilla de frutas con geleé de naranja , chocolate blanco y pera, por ponerle un pero a este último, el geleé de naranja estaba un poco grueso y era difícil de comer.
Unos cafés, agua y un albariño en la vasta colección de vinos que forma la carta, (mi intención de beber champagne no fue secundada...),el importe de la cuenta no lo sé, ya que estaba invitado y debido a la carretera no pude probar uno de sus fantásticos GT´s...
Total una experiencia como siempre que voy espectacular, un servicio perfectamente armonizado y por poner unos pequeños defectos, las copas estaban un poco picadas en la base y el mantel tenía un agujero en el centro, lo cual en un sitio de este nivel no se lo deberían permitir.
Un saludo.